No se aprecia con cabalidad la importancia de las remesas en la microeconomía, su impacto se relaciona como parte de las remuneraciones y no inversiones integradas a la economía de México, y se refleja en el bienestar de las familias mexicanas. La recepción de las remesas muestra un crecimiento del bienestar y condiciones de infraestructura de los pueblos, donde históricamente migran muchos de sus habitantes, además del impacto económico que se genera con el regreso de los ciudadanos en periodos vacacionales a sus lugares de origen. Son fuentes de subsistencia para las unidades familiares y la inversión regional. Las remesas que los migrantes envían a México constituyen una de las principales fuentes de divisas en el país, pues superaron los ingresos que se obtienen de las exportaciones de petróleo, inversión extranjera directa y del turismo.

Representan una medida importante para contrarrestar algunos efectos inflacionarios. De acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo, más de 70 por ciento de los recursos tienen impacto directo en el empoderamiento de las amas de casa, las mujeres que permanecen en el país y quienes son la base fundamental de millones de hogares en el territorio nacional (Aragón, 2020).